Montornès del Vallès

sábado, 21 de mayo de 2011

Rodando entre volcanes by Domi Lamela



Hoy Madrugón para viajar de excursión a los voltants de Olot. Visto el resultado bien valió la pena.
Ahora con el tunel de Bracons y las expertas manos de Juvenil, en una horita nos plantamos en tan bello lugar.
La logistica del viaje, cono la ruta en sí, con buena mano, sin prisa, saboreando el momento y disfrutando de una jornada de btt unica y espero que repetible en un futuro.

La plantilla.
Una mezcla de calamares. ( Santos, Piris, Carlitos, Jorge y el que suscribe) por otro lado un duo de bikers amigos de Santos (Alfonso y sintiendolo mucho por mi mala memoria un compi que ahora no recuerdo su nombre)



Parece que hoy era un dia concebido para que todo salíera bien, y así fué. Mentiria si digo que sé los lugares por donde nos metimos, algunos pueden preguntarse si soy corto de entendederas, cabe la posibilidad, pero creo que en este caso el motivo era debido a que uno no está acostumbrado a tanta y tan variada belleza, y en estos casos una se deja llevar y se mimetiza con el encanto del lugar, olvidandose de todo con el unico proposito de captar esa luz, esos colores tan intensos y esos peisajes de belleza casi inigualable.

Empezamos la ruta y la primera en la frente, un corriolillo de subida salpicado de piedras con cierta dificultad, me hace retroceder en el tiempo y trasladarme a la tan recordada sortida por el Catllarás, digo esto, porque en aquella ocasión los primeros km eran de dura subida y muy mal llevar.
Pero cuan equivocado estaba, enseguida salimos a una pista ampla donde sin prisa pero sin pausa, acumulamos los primeros km admirando ese paisaje tan caracteristico de la zona, la tierra es de un color rojizo muy singular, parecido en cierta manera a esos tonos que en ocasiones se puede apreciar en el atlas Marroquí.
Enseguida lllegamos a la zona dels volcans, y francamente no esperaba que me gustara tanto.
El primero en aparecer fué el Volcá del Croscat. El entorno es dificil de describir, en ocasiones las palabras no son suficientes. Vamos pisteando, cruzamos bosques bajos rodeados de esos colores tan vivos e intensos que solamente ciertos lugares pueden brindarnos.
La comunión del grupo es perfecta, risas, compañerismo y saber estár. Amplios y verdes prados, masias aisladas en perfecta sintonia con el entorno. Entre tanto, nosotros solo tratamos de poner todos los sentidos, para de esta manera ir alimentando cuerpo y mente ante tamaña obra de la naturaleza.
Llegamos a Santa Pau. Un coqueto y acogedor pueblo donde sus empedradas casas con soportales y arcos me traen al recuerdo ciertos pueblos de mi tierra Galega. Como no, fotos de rigor y en marcha.





Cierta confusión se adueña del grupo, en determinado momento perdemos el norte, pero un lugareño salió al quite y con sus sabios consejos recuperamos el rumbo. Los problemas tecnicos siempre andan al acecho, y hoy querian probar nuestra habilidades ( valga decir que las mias son casi nulas) Hoy no contabamos con la sabiduria de Angelo o juan -entre otros- de esta forma, cuando vemos a Alfonso arrastrando la bici y la cadena en la mano nos sobresaltamos, pero es un chico muy apañado y pronta arraglamos el entuerto.


Ya todo parecia insuperable, pero la naturaleza no parece conocer limites, un sendero de sudida con una buena dosis de dificultad tecnica nos deja a los pies de lo que sería unos de los parajes mas bellos de la ruta.

Volcá se santa Margarida. Un lugar sin duda con un encanto especial, y muy concurrido por cierto, mientras nos dirigimos al centro del volcá, nos cruzamos con un numeroso grupo de excursionistas y nos vamos animando mutuamente.

Un paisaje de postal se abre ante nosotros, un enorme cráter con un respetable diametro consigue dejarme atonito, justo en medio una pequeña hermita consigue hacer de lugar principal de peregrinaje.
Con cierta pena reiniciamos la ruta y nos alejamos del lugar. Un tramo de infinitas escaleras de diversos tamaños y formas pone a prueba la habilidad y tecnica de los calamares, cada uno con mayor o menor fortuna va sorteando las dificultades del camino.
Pero Santos queria vivir su momento de gloria, ante él, un tramo de maxima dificultad tecnica, no se arruga ante el reto y exprime la Scott al maximo, en un primer momento da la impresión que lo lograría, pero los sueños se rompen y en una acrobacia digna de los expertos en la materia, perece que encauza las riendas del a operación, pero fué un espejismo, la Scott lo sacude cual toro bravo, el, agil de reflejos y vivo de reacciones consigue en el ultimo momento agarrarse a una rama, pero hoy los dioses no estaban aliados con él, la fragil rama se quiebra dando como resultado una rocambolesca pirueta que acaba con Santos en el mullido suelo del lugar.







Viendo que las consecuencias son inexistentes, continuamos ruta entre risas y bromas.
El hambre acecha y pronto ponemos rumbo al camping, donde nos colmarían con unas generosas viandas, todo ello acompañado con un trato exquisito y cordial.
Jamon, embotit, botifarra y pesols, que mas tarde se harian notar en forma de sospechosos sonidos de dificil identificación




Es unico, esos momento de fusión con tan bellos lugares, mientra pedaleamos a lomos de nuestras queridas compañeras, admirando y al mismo tiempo haciendo deporte que tantos beneficios reporta a nuestro sufrido fisico.
Pero casi a su altura, están esos inolvidables y fructiferos momentos, cuando una buena colla de calamares se presta a sentarse a la mesa para dar debida cuenta de las viandas que allí se dan cita. Son momentos de risas y cachondeo que uno nunca olvidará, y que por sus contenidos jamás podrán ser aquí reproducidos

Como si la magia del lugar nos hubiera hechizado, aún nos vimos con fuerzas de continuar un poco más la excursión, de esta manera nos acercamos a Olot a recorrer un breve tramo del carrilet, y lo que es aún mejor. la Fageda den Jordá, un generoso bosque de hayedos de una belleza tan extrema que uno se siente muy pequeño ante tanta grandiosidad.


Hay cosas que son para ser vistas, no para ser contadas.

El verdadero viaje no está en la meta, sino en el propio camino

que nunca falten caminos por recorrer.