Montornès del Vallès

martes, 2 de marzo de 2010

Domus Aper


…-aquel sábado, era tarde cuando la oscuridad hacia que los tonos de la naturaleza dejasen de verse con claridad. Aún así y sin linterna, ya que quedaba poco recorrido, seguía inspeccionando un pequeño tramo de la ruta. Notaba que tenía algo de calor y decidí pararme para aflojarme la chaqueta y beber agua. El follaje en el suelo desprendía una esencia a humedad, típica de los días posteriores a lluvias perpetuas. El barro removido dejaba huellas al descubierto creando un lugar propio de otro planeta. La frondosidad de árboles y verdor de plantas era abundante debido a lo sombrío que sería ese rincón por el día.
Mi distracción era empleada en cerrar el bolsillo de la chaqueta, cuando de repente mis sentidos se agudizaron por completo aclamando a mi primitivo instinto animal. Era el crujir de una rama. La concentración auditiva, visual y de olfato, aceleraban las pulsaciones del corazón. Cuando de repente mis ojos clavaron las retinas en algo voluminoso. La agudizada visión me hizo distinguir sus leves movimientos de cabeza, lo que me indicaba que de un ser vivo se trataba. Si, realmente me quede inmóvil observándolo. Eran milésimas de segundo donde la mente indagaba a velocidad de vértigo el que hacer en ese instante. Instintivamente me salió un titubeante silbido, el cual hizo que su mirada se clavase en mí. Fueron cinco segundos como horas, en los cuales intercambiamos una comunicación no verbal entre el y yo. Mi estado de nerviosismo era correspondido por el suyo, limitándome a que entendiese por mi expresión, el respeto y afecto que sentía por él. Pienso que la interpretación que hizo de mi rostro le produjo algo de tranquilidad a lo que con un breve gruñido, hizo que se levantaran unos siete ejemplares más entre grandes y pequeños. Yo, sin haberme percatado de ellos, por estar tumbados, pude percibir lo que quería comunicarme. -“Amigo, el mismo derecho que tus hijos poseen, por el hecho de tener un padre el cual les ayuda a crecer y a disfrutar de él, deja que mi familia pueda también beneficiarse de ese extraordinario privilegio”-. La despedida fue casi al instante, dándose media vuelta y ordenando al resto del grupo que le siguiesen por una especie de túnel entre las ramas, ladera arriba.
Me hizo reflexionar aquel momento, del cual saque la conclusión de que el ser humano necesitamos de otros animales para poder subsistir, aún así se debería de hacer con todo el respeto y dignidad que se merecen, ya que estamos en el mundo gracias a ellos y no de la forma cruel y recreativa que tienen miles de personas, la mayoría adineradas, cuando salen en batidas para matar todo lo que encuentran a su paso. Solo hay que imaginar que hubiese una especie superior a nosotros y se entretuviesen con el mismo espectáculo.
“DOMUS APER”, territorio de jabalí .Así será bautizada la ruta de BTT que he creado. Traducción al latín, la cual me gustó para hacer referencia y rendir honor a aquel animal con el cual, durante un instante, pude compartir su hogar y familia.

“La no violencia lleva a la más alta ética, lo cual es la meta de la evolución. Hasta que no cesemos de dañar a otros seres vivos, somos aún salvajes.”
Thomas Edison.
Francisco Cantos.

1 comentario:

  1. Fantastica Crónica Francisco, creo que ya hay fecha no?? Abril 2010.
    Ricardo.

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