Montornès del Vallès

domingo, 5 de diciembre de 2010

Montornés - el Sui. by Domingo Lamela


21 de Noviembre de 2010
Salimos de taxis con retraso. un calamar causó baja de ultima hora y se quedó sin aventura.
llegamos a la roca en medio de un gran ambiente ciclista, allí esperaba Joan que ya empezaba a preguntarse donde se habian metido los calamares.
Por carretera llegamos a Cardedeu. allí abandonamos los peligros del asfalto y seguimos licrando por pista en dirección canovas.
El buen ambiente se hace notar, y entre risas y animos llegamos al parking del pantano. nos merecemos un descanso y allí nos preparamos para la larga y exigente subida al Sui.
a partir de aquí todo confusión.
Mentalización, cabeza fria y corazón caliente. las primeras rampas del pantano ya nos muestran lo que nos espera.
El camino es largo y exigente, los pro empiezan a marcar el ritmo y se hacen los primeros cortes, en el desvio a Vallforners no hay nadie, voy con Loren y los dos decidimos continuar hasta la masia de Vallforners.
Mis planes eran reagrupar aquí, pero al llegar no vemos a nadie, los planes se trastocan, la mayoria del grupo viene por atrás y decido continuar camino con Loren con la esperanza de encontrárlos mas adelante parados.
Los km van en aumento, mientras las esperanzas de encontrar a los pro parados disminuyen.
Loren se queda y la soledad aumenta, encuentro a Joan que está aligerando equipaje y continuo. en mi interior voy pensando... que jodidos !! no me lo puedo creer, han decidido hecerlo del tirón.
No hay alternativa, ahora soy consciente que toca subir en solitario, pillo un ritmo alegre incluso apertanto en ocasiones con la esperanza de ver en la distancia algún calamar, pero imposible. y entre pensamientos, frio y soledad me doy cuenta que jamás habia subido tan rapido al Sui.
El Pla de la Calma ya se empieza a divisar, cuando llego a la cadena no hay nadie !! sobresaltado avanzo un poco mas. a lo lejos diviso una casa de piedras en estado ruinoso, arrimados protegiendose del viento, está el selecto grupo de calamares licrosos. allí están los granujas.
Han subido picados entre ellos, y cegados en el fragor de la batalla no han reparado en gastos.

La herida es profunda y ahora toca esperar al resto del grupo que poco a poco irán llegando.
el frio y el viento son los elementos que dominan aquel inospito lugar.
con las fuerzas un poco recuperadas y bién abrigados esperamos al resto de calamares. en sus caras se puede apreciar la dureza y exigencia del recorrido.
Es hora de descansar en grupo y aprovechamos para preparar el ataque final al suí....



El pla de la Calma es un entorno natural casi virgen, un enclave privilegiado donde se pueden divisar lugares tan variados como Montserrat, la linea de la costa e incluso en la lejania el pre-pirineo con sus picos nevados.
En contrapartida el viento y el frio perpetuo, hacen de aquel lugar un sitio de dificil estancia.
Tras un largo y reconfortante descanso. abandonamos la protección de la casa ruinosa y emprendemos el camino a la conquista del Sui.
Dejamos el confort de la pista, e iniciamos un sendero jugetón al principio bastante ciclable, no tardamos en bajarnos de la bici para continuar el camino con la bici a hombros por un tramo bastante tortuoso.
alli la vegetación y las rocas nos protegen del viento, cuando salimos nuevamente al collado el fuerte viento casi nos impide avanzar, incluso alguna fuerte rafaga amenaza con tirarnos al suelo.




NO hay tiempo que perder, un viento frio que te hiela los huesos y el alma no da tregua. dedicamos los siguientes minutos en hacer una fotos para el recuerdo y salimos de allí inmediatamente.
Aquí termina la licra, que da paso al turrón. una bajada por pista sirve para prepararnos para lo que se avecina.
no me repetiré mucho, el gr 5 es una trialera tecnica muy exigente. pero que reporta grandes satisfacciones. el selecto grupo de turroneros mayores baja abriendo paso, bajo la curiosa y atenta mirada de bastantes caminantes que se quedan observando la destreza y valentia de estos chalados de las bicicletas.
Yo tengo como compañia a Josema, Honorio y alfonso. fiel a su estilo Josema nos deleita con una acrobacia que deja perplejos a un par de abuelos que observaban atentamente nuestro paso.
Para resumir diré que la trialera es pepino, que todos llegaron abajo con cara de satisfacción y como el hambre andaba la acecho no tardamos en buscar alojamiento.
El licor de cebada se pudo ver en abundancia, como dicen los compis... la prisa no era su mayor virtud pero comimos bién.
Lo que no cambia es esa larga tradición a perder el tren por unos miserables segundos.

Ahora toca esperar a la proxima.

Domingo Lamela

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