De ruta por las Gavarres.

Dia memorable en la familia Falsollanera. En casos como este la excusa es la bici, lo realmente importante es reunirse el mayor numero posible de calamares y petarlo allá donde vamos. Y en este caso tocó ir a las Gavarres.

Con esa buena predisposición salen del pueblo 16 calamares con la sana intención de pasar una jornada inolvidable y rematar la ruta con una arrossada que pasará a engrosar la lista de rutas memorables.

En un futuro ya lejano, podré decir con orgullo... YO ESTABA ESE DIA, si, ese dia que nuestro Josep (Joseinho) se arrancó a bailar samba, y Angelo algo así como una sardana y el teatro de Piris y....
Bueno no adelantemos acontecimientos, cierto es que el dia amenazaba lluvia, pero los calamares no temen al agua.

Con una hora de retraso sobre el horario estipulado de llegada, iniciamos la ruta en el rest. de Calonge.
Para ser honestos no tengo idea ni por donde transcurre la ruta, es este caso para mí es lo de menos, me gusta y además lo estoy pasando bien que es lo importante.
El recorrido está siendo muy completo con continuos sube-baja por pistas y sendero, en algún claro del bosque se puede divisar a lo lejos la linea de la costa, por momentos la lluvia hace acto de presencia pero no incordia, pero da pie a que el terreno se vaya embarrando.
Somos muchos, y cuando esto ocurre es dificil escapar a la amenaza de los problemas tecnicos. El primero en caér el Jefe con algún problema de cambio que Sans no duda en achacar el problema al neumatico delantero

Vamos subiendo por un sendero empedrado y resbaladizo, se hace tapón no descalo a tiempo y me voy al suelo, el resultado la patilla de cambio doblada, gracias nuevamente a las sabias manos de Juan no pasa de una anectota.

Hoy los calamares vamos rodando en grupo y recogiditos y eso me sorprende, parece que el espiritu de las Gavárres nos mantiene en calma. Solo se desata la caja de los truenos en una subida puntual con mucha pendiente donde los ataques se hacen intensos.
Las risas y el compañerismo se hacen patentes y solo es una pequeña parte de lo que nos espera.

De camino saludamos a unos guiris mororizados que están detenidos recobrando fuerzas, Joseinho intenta cambiarle la Cannondale por el quad o la KTM. pero parece que siguen prefiriendo la comodidad de un buen motor.

Sendero de las ramas.

Nos adentramos en un sendero divertido pero peligroso para la integridad de nuestras maquinas. El piso estaba sembrado de infinitas ramas que no presagiaban nada bueno, con este panorama ibamos cubriendo mt con mucho cuidado pero solo un milagro nos podia librar de las incidencias, las ramas se enganchaban continuamente en cambios y ruedas y como fin de fiesta dos pinchazos como resultado final.

Las pequeñas incidencias van acumulando un cierto retraso sobre la hora estipulada para arrossada final. La decisión es clara, tirar por carretera y de esta forma acortar la ruta para llegar puntuales a la cita con el arróz

Y es en ese momento de llegada al rest. donde se empieza a forjar una de esas sortidas miticas del Falsollano. El inmejorable ambiente del grupo, regado todo ello con una buena dosis de vino y licores varios hacen de todo ello unos momentos inolvidables, donde el espiritu Joseinho (Josep de la Cerdanya) preside la mesa , que con su ocurrente sendido del humor nos mantiene a todos permanentemente con la sonrisa como bandera.

La arrossada merece capitulo aparte, la propia paellera era del tamaño de un ovni y el sabor exquisito, hambre no pasamos el ambiente inmejorable, solo falta buscar una excusa para repetirla